AB Hernández tiene 16 años y es una deportista innata. En una tarde ventosa reciente, en el campo de atletismo de la escuela secundaria Jurupa Valley, Hernández esperaba que la llamaran para participar en una competencia de atletismo.
Una voz anunció por el altavoz: “¡triple salto femenino!” Era el turno de Hernández, quien corrió a ocupar su sitio. Tras tomar su lugar, aceleró el paso, moviendo los brazos al ritmo de las piernas hasta saltar por los aires, avanzando varios metros. Rápidamente, estiró los pies y los brazos hacia adelante mientras descendía, hasta finalmente hundirse en la arena. Los vítores estallaron desde las gradas mientras ella se ponía de pie y corría hacia sus amigos, sonriendo.
Hernández es una atleta transgénero que obtuvo notoriedad nacional después de que el presidente de una junta escolar cercana hiciera publico por internet su nombre, su escuela secundaria y el hecho de que es trans. Desde entonces, su nombre ha aparecido en Newsweek y The Washington Post. Ha sido difamada y atacada en podcasts de derecha y acosada en línea; algunos de sus antagonistas incluso han aparecido en sus competencias de atletismo.
Un pequeño grupo de adultos convirtió a AB Hernández en el rostro de una campaña para reescribir la ley de California, la cual ha permitido a niños transgénero participar en los equipos deportivos de sus escuelas durante más de una década. Pero ninguno de esos adultos tiene hijos matriculados en el Distrito Escolar Unificado del Valle de Jurupa. Incluso varios educan a sus hijos en casa.
“Todo esto es abuso infantil”, declaró Nereyda Hernández, madre de AB, a Capital & Main en una entrevista exclusiva. “Simplemente deberían dejar a mi bebé en paz”.
La familia Hernández lleva casi 30 años viviendo en Jurupa Valley, una ciudad ecuestre de mayoría latina y con unos 106,000 habitantes. Como muchos otros niños de la zona, AB, la menor de cuatro hermanas, creció en un rancho rodeada de su familia. Sus abuelos emigraron a Estados Unidos desde México y El Salvador e inculcaron un fuerte sentido de fe y tradición en la familia. Nereyda, quien enviudó a los 20 años, crió a sus hijos asistiendo regularmente a una iglesia católica.
Nereyda no supo que su hija era trans, sino hasta que AB cursó el octavo grado. “Me preguntaron accidentalmente por ella. Simplemente respondí: ‘la dejo ser ella misma’, pero en realidad yo no lo sabía”, recordó.
Nereyda dijo que no siempre lograba comprender lo que su hija experimentaba, pero se esforzó por informarse. “Mientras que en tu hogar tu hijo o hija cuente con tu apoyo, estará bien. Y yo la apoyaré al 120%. Ese es mi deber como madre”, dijo.
En 2013, el entonces gobernador de California, Jerry Brown, promulgó la Ley de Éxito y Oportunidades Escolares, garantizando que las personas jóvenes transgénero pudieran participar plenamente en todas las actividades escolares, equipos deportivos, programas e instalaciones que coincidan con su identidad de género. Pero el pasado febrero, el presidente Donald Trump prohibió la participación de mujeres y niñas transgénero en los equipos deportivos femeninos universitarios y de secundaria.
La Federación Interescolar de California (California Interscholastic Federation o CIF) declaró, en respuesta a la acción de Trump, que permitiría a las atletas trans competir bajo la ley vigente de California. Poco después, el Departamento de Educación de EE.UU. anunció una investigación amparada bajo el Título IX contra la CIF por su política de permitir que las atletas transgénero de secundaria practiquen deportes femeninos. El Título IX es una ley federal destinada a prevenir la discriminación de género en la educación.
“Existe la amenaza del gobierno federal de retener los fondos. [Y] el gobierno estatal también amenaza con retener los fondos si violamos las leyes”, declaró el superintendente Trenton Hansen en la reunión de marzo de la Junta de Educación del Distrito Escolar Unificado de Jurupa. “Desafortunadamente, los distritos escolares se encuentran en medio de este tira y afloja. La información que hemos recibido de nuestros asesores legales… es que cumplimos con las leyes de California, que las órdenes ejecutivas [de Trump] no tienen el peso de la ley y que esos asuntos deberán resolverse en los tribunales”.
Muchos residentes de Jurupa Valley, donde Trump ganó por dos puntos en noviembre, se han unido para apoyar a AB.
“Nuestra comunidad apoya plenamente a nuestros vecinos”, declaró Armando Carmona, miembro del Concejo Municipal de Jurupa Valley. “He ofrecido el 100 por ciento de mi apoyo incondicional a nuestra joven atleta, quien compite al más alto nivel en la preparatoria, porque compite dentro de las reglas actuales. En esta comunidad podemos hablar de asuntos federales, estatales o incluso globales. Pero al final, todos sabemos que somos vecinos ante todo”.

Cinco padres de niños matriculados en escuelas del JUSD que hablaron con Capital & Main dijeron que apoyan plenamente a AB.
“No se trata de la división de opiniones por el tema, se trata del bienestar de un menor que lo único que quiere es practicar deportes”, dijo Verónica Hurtado, cuyo hijo asiste a una escuela preparatoria local. “Como mamá, les puedo asegurar que no hay ninguna madre en esta comunidad que no esté de acuerdo conmigo cuando dicen que están preocupados por su seguridad y su salud mental”.
Hurtado dijo que se identifica con Nereyda Hernández. Recordó que cuando su hija, Molly Ramírez, se declaró lesbiana, un administrador la presionó para que “no saliera del clóset”. Pero Hurtado cambió rápidamente a su hija a otra escuela. Hoy, su hija administra la tienda de alimentos de la familia y dice sentirse aceptada por la comunidad.
“Hay muchas personas jóvenes, generaciones más jóvenes que yo, que están saliendo del clóset. Y mi objetivo es que se sientan cómodas”, dijo Ramírez. “Siento que eso es lo que define a nuestra comunidad”.

AB ha sido deportista toda su vida. Ha practicado acrobacias, baile hip-hop, porras, fútbol, béisbol y voleibol. Su madre dice que el deporte le ha ayudado a superar circunstancias difíciles en el pasado, como la repentina muerte de los padres de Nereyda en 2021 por complicaciones de COVID-19, o el haberse convertido en sujeto central de un debate nacional.
“Creo que [el deporte] es su forma de afrontar las cosas. Es, en cierto sentido, una terapia”, dijo. “Al principio, me preocupaba que tuviera pensamientos suicidas, y siempre he tenido miedo de que la gente le haga daño”.
La arremetida contra AB ha sido liderada por una antigua maestra y presidenta de una junta escolar cercana. Jessica Tapia, ex profesora de gimnasia en la escuela secundaria Jurupa Valley, fue despedida en enero de 2023 tras declarar que no respetaba los pronombres de los estudiantes trans y no binarios, una violación de la política del distrito. Tapia comenzó a publicar información sobre AB en sus redes sociales en octubre de 2024. A Tapia se le unieron otras cinco personas en una reunión en marzo de la Junta de Educación del Distrito Escolar Unificado de Jurupa, en donde repetidamente identificaron a AB con el género incorrecto mientras exigían que la junta impidiera que AB compitiera.
“En el fondo, sabemos que esto no es normal ni correcto”, dijo Tapia en una entrevista. “Cada vez que tengo la oportunidad de hablar sobre un tema, especialmente sobre un tema candente, lo tomo como un llamado de Dios a usar mi voz, mi experiencia, mi plataforma y mi influencia para decir la verdad”.
En febrero, Sonja Shaw, presidenta del Distrito Escolar Unificado de Chino Valley y candidata a Superintendente de Escuelas de California, comenzó a colaborar con Tapia en sus publicaciones en Instagram sobre AB. Una de esas publicaciones incluía el nombre completo de la joven de 16 años y el nombre de su escuela preparatoria. Posteriormente, Nereyda Hernández envió una orden judicial de cese a Tapia y Shaw, la cual Shaw rompió en una reunión de la Junta de Educación, luego de referirse a AB empleando el género incorrecto deliberadamente.
“Apoyo a los padres, atletas y entrenadores que exigen justicia real en los deportes y protección de la privacidad para todos los estudiantes”, declaró Shaw a Capital & Main. “No nos callarán y no dejaremos de luchar hasta que las niñas reciban el respeto, las oportunidades y la seguridad que merecen. ¡Ya basta!”.
El gobernador de California, Gavin Newsom, habló recientemente con el influencer de derecha Charlie Kirk sobre AB en el primer episodio de su podcast “This Is Gavin Newsom”. “Es una cuestión de justicia; y esto es profundamente injusto”, le dijo Newsom a Kirk. “No estoy luchando con la justicia. Estoy totalmente de acuerdo contigo”.
AB Hernández ocupa actualmente el tercer lugar en Estados Unidos en salto triple, detrás de dos niñas de preparatorias de Texas y Arizona, dos estados que han prohibido ciertas atenciones para infantes trans.
Nereyda Hernández dijo que desearía que el gobernador hubiera interrumpido la conversación cuando se mencionó a su hija. Carmona, concejal de la ciudad de Jurupa Valley, coincidió. “Involucrar a una menor de edad, una menor de color, en este debate o discusión mundial… es un desafío problemático”, dijo Carmona. “Tenemos una familia que ha sido acosada y atacada por extremistas que tienen como blanco a una menor”.
La oficina de Newsom no respondió a las múltiples solicitudes de obtener sus comentarios con respecto a las preocupaciones de la familia Hernández.
Durante una visita a su iglesia un viernes por la tarde, Nereyda habló con su sacerdote sobre cómo su hija se había convertido en blanco de una campaña de odio. Él la animó a amar a su hija y a confirmarla en la iglesia.
En mayo, AB competirá en el Campeonato Estatal de Atletismo de California CIF en Clovis, California. Nereyda dice que ella y su hija esperan este evento con ansias.
“Espero que tenga un impacto positivo, no solo para mi hija, sino para el futuro, para los futuros atletas”, dijo Nereyda. “Yo le digo a mi bebé: ‘de verdad creo y espero que abras las puertas para que otros niños puedan salir y vivir felices’, porque veo a mi bebé feliz siendo ella misma”.
Fotos de Jeremy Lindenfeld.
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