Luego de sufrir daños sustanciales por granizo, un Boeing 777 de la aerolínea Emirates que se dirigía a Nueva York se vio obligado a dar la vuelta, poco después del despegue en Milán, Italia, el 14 de julio.
El avión aterrizó de manera segura unos 90 minutos después de volar en un patrón de espera para quemar combustible.
Nadie resultó herido durante el vuelo, pero la fuerte tormenta de granizo, con trozos de hielo del tamaño de pelotas de tenis, rompió las ventanas de la cabina y perforó y abolló el fuselaje.
El Boeing 777-31H había despegado del aeropuerto de Malpensa y se dirigía al aeropuerto John F. Kennedy cuando entró en una tormenta con granizo a 4,600 metros de altura sobre las montañas aledañas ─ los Alpes Suizos e Italianos ─, según informes de noticias. Al momento también se reportaron severas tormentas eléctricas en el norte de Europa.
Reportes del aeropuerto Malpensa decían que el avión “entró en una tormenta de granizo inmediatamente después de despegar de Malpensa”.
“Después de 97 minutos de despegar, [el avión] regresó a Malpensa”, dijo la asociación de aeropuertos de la zona.
Al tratarse de un vuelo trasatlántico, la aeronave contaba con un tanque de combustible lleno. Por razones de seguridad, tenía que quemarse combustible, por lo que el jet voló en patrón de espera durante aproximadamente una hora, antes de aterrizar.
Funcionarios del aeropuerto dijeron que fuertes vientos continuaron causando problemas para el vuelo, por lo que el avión batalló para aterrizar y, después de dos intentos, logró tocar tierra de manera segura.
Los pasajeros fueron transferidos a un nuevo vuelo al día siguiente.
Luego de los cierres por pandemia, Emirates Airlines reanudó los vuelos a Nueva York en junio, y a partir de julio, tiene vuelos diarios a Estados Unidos.
¿Cómo afecta el granizo a un avión durante un vuelo?
Los vuelos podrían cancelarse o atrasarse porque las tormentas pueden dañar el avión, especialmente durante un vuelo nocturno. La forma en que el granizo brota de la nube durante las tormentas hace que se propague en muchas direcciones, y el impacto a altas velocidades puede ser peligroso.
El parabrisas podría romperse y, aunque el daño sería principalmente cosmético, dado que el parabrisas interior permanece intacto, esto podría causar problemas de visibilidad para el piloto.
Las tormentas de granizo también podrían dañar el radomo (domo que protege el equipo de radar), pero generalmente esto no representa un riesgo para los pasajeros. Los principales problemas del daño del radomo son un aumento del nivel de ruido y el riesgo de daño de la antena del radar.
Hombre se queda atrapado en granizada en la Cuidad de México.
El granizo que entra al motor podría ser un problema para una aeronave en vuelo porque puede doblar o romper la pala del compresor; sin embargo, se dice que esto es muy poco probable, ya que los motores están diseñados para resistir el impacto de pájaros y otros objetos que los golpean a gran velocidad.
(Editado por Yerem Mújica y Melanie Slone)