Las facturas de las tarjetas de crédito de EEUU aumentaron considerablemente el último trimestre cuando los estadounidenses volvieron a los hábitos de gasto previos a la pandemia.
Los saldos de tarjetas de crédito aumentaron cada trimestre en 2021 para finalizar el año en $856 mil millones, dijo el martes el Banco de la Reserva Federal de New York. La ganancia del cuarto trimestre fue la mayor en cifras que se remontan a 22 años, y aunque la cantidad total aún está por debajo de los niveles anteriores a covid, la brecha se cierra rápidamente.
Las nuevas hipotecas alcanzaron un máximo histórico el año pasado y los préstamos para automóviles se dispararon, lo que refleja fuertes aumentos en los precios de viviendas y automóviles, dijo también la Fed regional en su informe trimestral sobre crédito y deuda de los hogares.
A medida que los precios de los autos nuevos y usados se han disparado, los compradores han tomado prestadas cantidades más grandes para financiar los costos adicionales. Esto creará una carga financiera a más largo plazo para los hogares que deben pagar grandes préstamos incluso cuando los precios de los vehículos usados comiencen a bajar de sus picos.
“Este es un riesgo especial para estos prestatarios que se encontrarían debiendo significativamente más por sus autos de lo que valen si los precios de los autos usados se normalizan, particularmente porque el aumento en los precios de los autos usados puede resultar insostenible”, dijeron los economistas de la Fed de New York.
La Reserva Federal de EEUU está lista para aumentar las tasas de interés este año para ayudar a combatir la inflación alta de décadas en el país. Esto dificultará que los estadounidenses paguen sus deudas de tarjetas de crédito, según Ted Rossman, analista senior de la industria en Bankrate.com.
La tarjeta de crédito promedio cobra 16.28%, según Bankrate. “Eso podría superar fácilmente el 17% para fin de año”, dijo Rossman. “Aproximadamente la mitad de los titulares de tarjetas de crédito tienen deudas de un mes a otro. Esta es una deuda realmente cara”.
Las tasas hipotecarias
En general, la deuda de los hogares de EEUU aumentó en $333 mil millones a $15.6 billones el último trimestre, $1.4 billones más que a fines de 2019. La mayoría del aumento se debió a los saldos hipotecarios, el componente más grande de la deuda de los hogares con una participación del 70%. Todos los tipos de deuda registraron ganancias, excepto los préstamos estudiantiles.
A medida que aumentan las tasas de interés, el servicio de la deuda se vuelve más costoso. La tasa hipotecaria promedio a 30 años aumentó alrededor de 50 puntos básicos el año pasado y desde entonces ha ganado otros 40 puntos básicos. Significa que un comprador que quiere hacer pagos mensuales de alrededor de $1,650 ahora puede pagar una casa que vale aproximadamente $350,000 en comparación con $400,000 hace un año, una reducción del 12%.
El aumento de los precios de las viviendas durante la pandemia ha mejorado la posición patrimonial de millones de propietarios. Aún así, los bancos siguen siendo cautelosos acerca de a quién le prestan, muestra el informe. De los más de $1 billón en deuda hipotecaria nueva el trimestre pasado, aproximadamente dos tercios fueron para prestatarios con puntajes crediticios superiores a 760, un umbral alto.
Solo el 2% se destinó a prestatarios de alto riesgo, un marcado contraste con el promedio del 12% observado entre 2003 y 2007, antes de la Gran Recesión, según la Fed. El trimestre pasado hubo 81 millones de cuentas hipotecarias, por debajo de los más de 98 millones de cuentas a principios de 2008.
Otro hallazgo del informe es que los estadounidenses más jóvenes se animan a comprar vivienda. Un monto récord en la emisión de hipotecas provino de personas de 18 a 29 años el último trimestre.
La deuda de préstamos estudiantiles, el segundo componente más grande de la deuda entre los hogares de EEUU, se mantuvo en $1.6 billones el último trimestre. El aumento de 2021 fue el aumento anual más pequeño en casi dos décadas, ya que cientos de miles menos ahora asisten a la universidad.
Alrededor de 45 millones de estadounidenses con deudas estudiantiles reanudarán los pagos en mayo después de más de dos años de congelamiento por la pandemia. Casi un tercio de la deuda que tienen los jóvenes de 18 a 29 años consiste en deuda de préstamos estudiantiles.
Los estadounidenses deben una deuda colectiva de $1.8 billones en préstamos estudiantiles, según una medida separada de la Reserva Federal, como resultado de lo que los críticos llaman un sistema roto que paraliza la movilidad económica y que consolida la brecha de riqueza racial y afecta más a las mujeres.
