WASHINGTON — Los demócratas afirman que han establecido un plan para revertir su descenso generalizado entre los votantes de color en las elecciones de 2020.
Empieza por no dar por sentado su apoyo.
Un grupo de destacados estrategas demócratas, reforzados por estudios exhaustivos de las últimas elecciones, afirma que el partido trató con demasiada frecuencia a los votantes afroamericanos, latinos y asiáticos como bloques homogéneos de partidarios fieles, pasando por alto que muchos de ellos se sentían atraídos por el Partido Republicano y se resistían a los mensajes generales de los demócratas.
Argumentan que el exceso de confianza condujo a esfuerzos de divulgación defectuosos que, a diferencia de lo que ocurre con algunos votantes blancos, con demasiada frecuencia descuidaron la tarea de argumentar directamente ante los votantes de color que los demócratas merecían su voto.
Este descuido es una razón fundamental por la que el presidente Joe Biden perdió apoyo entre los votantes de color en comparación con los anteriores candidatos presidenciales demócratas, dijeron estos operativos demócratas. Y si no se corrige, temen que perjudique las posibilidades del partido en las elecciones complemenetarias del próximo año.
"Así es como se entrena para nuestras campañas: Si se trata de una persona blanca, hay que persuadirla", dijo Lanae Erickson, vicepresidenta de política social de Third Way, un centro de estudios de centro-izquierda. "Y si son personas de color, votarán por nosotros. Y hay que tirar por la ventana esa suposición fundamental".
Third Way y otros dos grupos demócratas, el Latino Victory Project y Collective PAC, publicaron este mes una autopsia de 73 páginas sobre las elecciones de 2020 que comenzaba instando a los demócratas a hacer una campaña diferente con los votantes de color. Eso siguió a un informe de mayo del super PAC demócrata Priorities USA, que gastó más de 100 millones de dólares ayudando a elegir a Biden en 2020, de que el partido necesitaba "hacer más para involucrar y convencer a los votantes de color".
Altos funcionarios de los comités políticos demócratas dicen que sus propias conversaciones internas de este año se han centrado en parte en adoptar una visión más profunda y matizada de los votantes afroamericanos, latinos y asiático-estadounidenses, conscientes de la posibilidad de mejorar el rendimiento del partido en 2022.
Para algunos demócratas, se trata de una conversación que debió haber tenido lugar hace mucho tiempo y que refleja el creciente reconocimiento de que el partido se enfrenta a una competencia mucho más dura por los votantes de color que en los últimos tiempos.
"Es el mayor problema de nuestra coalición demócrata", comentó Chuck Rocha, un operativo demócrata que asesoró la campaña presidencial del senador Bernie Sanders en 2020.
Los demócratas se apresuran a señalar que los votantes de color siguieron siendo una parte crucial de su coalición ganadora en 2020, apoyando a los candidatos del partido en tasas generales mucho más altas que los votantes blancos.
Y los estrategas políticos veteranos, incluidos republicanos, sugieren que los votantes afroamericanos y latinos de clase obrera que se desplazan hacia la derecha son el producto de fuerzas culturales más amplias en el país que no son fáciles de superar por las tácticas de campaña.
Pero hay un amplio acuerdo en que los demócratas obtuvieron un menor apoyo de los votantes de color que en las últimas elecciones. La empresa demócrata de análisis de datos Catalist publicó un informe en mayo en el que se constataba que Biden estuvo ocho puntos porcentuales por detrás del total de Hillary Clinton en las elecciones de 2016 entre los votantes hispanos, tres puntos porcentuales entre los votantes afroamericanos y un punto porcentual entre los votantes asiáticos y de las islas del Pacífico.
Los operadores demócratas afirman que al menos parte de la razón por la que Biden y otros candidatos demócratas (que en la mayoría de los casos obtuvieron peores resultados que su candidato presidencial en 2020) sufrieron esos descensos fue la fijación en convencer a subconjuntos clave de votantes blancos, como los votantes de los suburbios y con estudios universitarios, mientras que no se hizo un esfuerzo igualmente exhaustivo y detallado con los votantes de color.
Los esfuerzos para persuadir a los votantes afroamericanos, en particular, llegaron tarde y carecieron de un argumento bien afinado en la mayoría de los casos, dijo Quentin James, fundador y presidente de Collective PAC, que trabaja para elegir a candidatos afroamericanos.
Incluso los grupos que intentaron convencer a los votantes de color dicen que sus esfuerzos no siempre recibieron el apoyo de la comunidad demócrata en general. Priorities USA, por ejemplo, se asoció con el grupo Color for Change el año pasado para iniciar un esfuerzo multimillonario para llegar a los jóvenes afroamericanos, un grupo que, según sus datos, estaba inesperadamente abierto a apoyar al entonces presidente Donald Trump.
Pero Guy Cecil, el presidente de Priorities USA, dijo que solo pudieron recaudar suficiente dinero para el 15 por ciento de todo el esfuerzo, lo que los obligó a utilizar fondos de la cuenta principal del super PAC para cubrir el déficit.
"Puedo decir que, de todos los programas que llevamos a cabo, este fue el más difícil de financiar", dijo Cecil. "Porque existía la creencia de que todos nuestros recursos debían ir a las operaciones de convencimiento".
Cecil y otros altos funcionarios del Partido Demócrata rechazan la sugerencia de que dieron por sentados a los votantes de color, y afirman que el partido dedicó mucho tiempo, esfuerzo y recursos a ellos en 2020.
Por ejemplo, el Democratic National Committee (DNC) y la campaña de Biden gastaron en conjunto más de 100 millones de dólares solo en el acercamiento a los votantes latinos, según la ex vocera del DNC, Xóchitl Hinojosa.
"Creo que la campaña de Biden gastó mucho dinero", señaló Hinojosa. "¿Creo que la infraestructura demócrata más grande puede gastar más y anticipadamente en las comunidades de color? Por supuesto".
Pero algunos estrategas demócratas sostienen que el problema radica en el estilo y el contenido de los mensajes del partido, que con demasiada frecuencia se elaboran como si todos los miembros de un grupo minoritario se preocuparan por los mismos temas y tuvieran el mismo punto de vista.
"Hay una tendencia en el país a tratar a los votantes de color como un monolito", señaló Roger Lau, subdirector ejecutivo del DNC y ex director de la campaña para la presidencia de la senadora Elizabeth Warren en 2020. "Subestimamos cómo hay matices y diferencias allí".
Lau añadió que hablar a los votantes hispanos solo de inmigración en lugar de temas como la educación asequible es un ejemplo de un enfoque equivocado.
La caída del apoyo entre los latinos ha llamado especialmente la atención entre los demócratas, que ven el ascenso de esos votantes en todo el país como clave para sus futuras esperanzas políticas. Las pérdidas para los demócratas fueron especialmente pronunciadas en el sur de Florida, donde los cubano-estadounidenses adoptaron a Trump, y en el Rio Grande Valley, en Texas, donde los hispanos de las zonas rurales se inclinaron fuertemente hacia el Partido Republicano.
Dan Sena, que fue el director ejecutivo del brazo político de los demócratas de la Cámara de Representantes durante las elecciones intermedias de 2018, comentó que esos votantes se tornaron contra el partido por varias razones, incluido el temor de que Biden pusiera en peligro la industria del petróleo y el gas que es económicamente importante en la región.
El mensaje del partido nunca elimina esos temores, dijo.
"Hay hispanos que viven en zonas rurales que necesitan mensajes específicos para creer y entender lo que el partido hará por ellos, o por qué deberían apoyar a los demócratas", dijo Sena.
Añadió que identificó tres "pilares" de una estrategia de acercamiento exitosa para atraer a los votantes hispanos rurales: el desarrollo de pequeñas empresas, la capacitación de la mano de obra y la educación.
"Mirando en retrospectiva al 2020, cuando fallamos a esos votantes, caímos cuando uno de esos tres pilares cayó", dijo Sena.
Algunos demócratas también señalan que los encargados de dirigir las campañas del partido suelen ser blancos y no están en contacto con las comunidades minoritarias, lo que lleva a estrategias que pasan por alto a los votantes de color o son torpes en su enfoque.
"Si no hay operativos afroamericanos, latinos o AAPI en la sala, entonces el partido depende de consultores blancos pretenciosos para que diseñen la estrategia y las tácticas de divulgación para personas con las que no pueden identificarse", dijo Rocha.
Los demócratas han adoptado algunas medidas para intentar corregir sus errores este año. Building Back Together, un grupo sin fines de lucro formado para promover la agenda de Biden, ha emitido anuncios en español con tres acentos diferentes, dependiendo del lugar en el que se emita el anuncio. El DNC, por su parte, publicó un anuncio en medios AAPI que aparecía en inglés, coreano, chino y vietnamita.
Pero los demócratas dicen que hasta que las campañas no empiecen a redistribuir los recursos de forma más equitativa, los problemas persistirán. James, presidente de Collective PAC, dijo que no quiere que el partido abandone sus esfuerzos por persuadir a grupos críticos de votantes blancos.
"Solo decimos que no podemos gastar el 90 por ciento de nuestro presupuesto en ello", dijo James. "Y también el 90 por ciento de nuestro tiempo".