KANSAS CITY, Misuri— ¿Estás pensando en exponerte intencionalmente al coronavirus?
¿Piensas que probablemente te librarás de enfermarte gravemente y te volverás inmune al COVID-19?
Entonces necesitas pensar de nuevo. Incluso si estás totalmente vacunado.
Si te contagias de COVID a propósito, no hay garantía de que solo vayas a enfermarte un poco, aunque es menos probable que la contagiosa variante ómicron que está surgiendo actualmente te lleve al hospital, en comparación con la variante anterior, la delta.
"La mayoría de las personas vacunadas que contraen ómicron realmente tienen síntomas leves", dijo el doctor Marc Larsen, médico de urgencias de Saint Luke's Hospital en Kansas City. "Sin embargo, sigue siendo jugar a la ruleta rusa. Si sufres de un caso realmente grave, no puedes recuperarte".
Y, aun así, la idea de que el ómicron no es tan mortal como otras variantes, o que no causa enfermedades graves en los niños, parece estar estimulando recientes conversaciones en las redes sociales acerca de las llamadas "fiestas COVID" a lo largo del país. Son como las "fiestas de la varicela" de antaño, en las que los padres exponían a los niños no vacunados a otros niños enfermos para que no se contagiaran de adultos, etapa en la que las consecuencias son más graves.
Eso es un no-no, dicen los Centers for Disease Control and Prevention.
Hace unos días, los médicos del Valle de Lehigh, en Pensilvania, previnieron a los padres contra las fiestas COVID.
Este mes, el doctor Craig Bunnell, jefe médico de Dana-Farber Cancer Institute en Boston, apareció en un video en el canal de YouTube del hospital, ofreciendo un consejo similar.
"El COVID no es un resfriado. Es una enfermedad potencialmente mortal y la gente sigue muriendo a causa de ella", dijo Bunnell. "De las personas que no se mueren, muchas estarán enfermas durante mucho tiempo".
"Recuerda que infectarte con delta realmente no aportó ningún beneficio preventivo con respecto a infectarse con ómicron. Así que no significa que estarás protegido de la siguiente variante".
La semana pasada, Hanka Horká, una popular cantante folclórica checa, murió tras infectarse deliberadamente con coronavirus. En la República Checa se necesita una prueba de vacunación o de recuperación de la infección para entrar en restaurantes y lugares de entretenimiento.
"Su filosofía era que le gustaba más la idea de contagiarse de COVID que de vacunarse", dijo su hijo a la BBC.
Si necesitas otro elemento disuasorio, quizá quieras ver lo que ocurre en las salas de urgencias de Larsen en Saint Luke's, en donde es miembro del COVID-19 Response Team.
Piensa en las salas de urgencias que has visto en la televisión. El personal con bata se mueve de un lado a otro, las máquinas suenan, un par de policías también están allí, porque han traído a un paciente bajo custodia.
Ahora añade las oleadas de personas que llegan enfermas con COVID-19.
Y el personal que los atiende está vestido batas con protectoras y lleva protectores faciales para no infectarse. Y los directores se aseguran de que haya suficiente personal trabajando en cada turno, porque muchos empleados están enfermos de COVID.
Y todos los servicios de urgencias de la ciudad están en un estado de "alto volumen" debido al coronavirus.
Y sigue habiendo casos de COVID.
Así es la vida ahora.
Una tarde de la semana pasada, Saint Luke's permitió a un reportero y a un fotógrafo de The Star entrar al hospital junto a Country Club Plaza para ver las consecuencias del aumento de casos de COVID.
"Parece que cada día es igual que el anterior. Es "Groundhog Day" en el servicio de urgencias, y en general en lo que respecta a la atención médica", dijo Larsen. "En realidad llevamos haciendo esto desde marzo de 2020; han sido un par de años largos".
"Y cada vez que venimos a trabajar pensamos que tal vez vamos a superarlo, que tal vez hoy será un día más llevadero. Y todos los días parecen ser más o menos lo mismo".
"Es tan frustrante. Vemos lo mismo una y otra vez. Y la gente está enferma y enferma y enferma".
Así que la idea de que la gente se exponga intencionalmente al COVID hace que Larsen se muestre inflexible.
"Sigo animando a todo el mundo a que evite contagiarse y a que haga todo lo posible por evitarlo justo ahora".
Todos los servicios de urgencias del sistema de Saint Luke's —hay 16 hospitales— han estado internando a pacientes durante las últimas una o dos semanas, dijo Larsen. Eso ocurre cuando no hay camas de hospitalización en el piso superior para pacientes que necesitan ser ingresados desde urgencias.
Últimamente, algunos pacientes han estado esperando en camas en los pasillos o en sillas que se convierten en camas, cualquier cosa que pueda servir, dijo Larsen. "Pero es agotador. Y necesitamos que todo el mundo entienda en qué punto nos encontramos ahora mismo", dijo.
Una parte de esa reserva se debe a que los pacientes de COVID permanecen más tiempo en cuidados intensivos. "Ahora mismo permanecen en ICU una media de 27 días", dijo Larsen. "Hay muchos pacientes que están excesivamente enfermos cuando llegan".
Algunos pacientes, ya sea por negar que tienen COVID o por miedo a estar en el hospital, no acuden sino hasta que se encuentran en estado crítico, lo que sobrecarga aún más el servicio de urgencias.
"Eso significa que tenemos que evaluarlos rápidamente y resucitarlos, ponerles los suministros de oxígeno y todo lo que podamos hacer para ayudarlos a respirar", dijo.
A veces eso significa llevar a cabo la delicada tarea de intubar a alguien —introducir un tubo respiratorio en su tráquea para ayudarle a respirar—, sin saber, por ejemplo, si tiene el estómago lleno de comida, lo que le hace correr el riesgo de vomitar.
Pero, si estás tan enfermo que no puedas respirar, acude al servicio de urgencias, dijo Larsen, que no quiere dar la impresión de que los servicios de urgencias están tan ocupados que no pueden atender a nadie.
"Si les está faltando el aire, si están teniendo fuertes dolores en el pecho, si estás sintiendo como si fueras a desmayarte, si tienes un traumatismo importante, huesos rotos, laceraciones importantes, dolor abdominal severo, todo eso son indicaciones para venir al servicio de urgencias", dijo.
Dijo que el hospital está atendiendo a muchos pacientes que pudieron haber evitado contagiarse de COVID pero que ahora han sido infectados por, presumiblemente, la altamente contagiosa variante ómicron.
El propio Larsen acaba de recuperarse de lo que denominó un caso leve de COVID. Todos los miembros de su familia se contagiaron. Su mujer, que también trabaja en el servicio de atención médica. Sus tres hijos menores de nueve años. Todos los niños están vacunados y él y su mujer están vacunados y tienen las vacunas de refuerzo.
Tuvo dolor de garganta durante un día.
"Los que están vacunados o tienen las vacunas de refuerzo realmente sufren síntomas bastante leves. Y mi esperanza es que, en última instancia, a medida que sigamos vacunándonos y exponiéndonos al virus, también desarrollemos inmunidad natural y que la enfermedad se convierta en un resfriado menor, como sucedería con cualquier otra cosa", dijo.
"El problema es que todavía hay un gran porcentaje de la población que no está vacunada. Y hasta que no se contagien de COVID o se vacunen, no van a tener la inmunidad necesaria para que eso ocurra".