El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se ha burlado durante mucho tiempo de los periodistas llamándolos "vendidos", sesgados y pretenciosos, que están alineados con sus enemigos políticos. En sus conferencias de prensa matutinas incluye un segmento ocasional llamado "Quién es quién de las mentiras", en el que nombra y avergüenza a los reporteros a los que acusa de comerciar "noticias falsas".
El viernes, López Obrador intensificó su guerra contra los medios de comunicación al revelar a la opinión pública los supuestos datos salariales de un famoso periodista de investigación que recientemente informó que uno de los hijos del presidente tiene un estilo de vida lujoso, que no concuerda con la imagen austera del mandatario.
López Obrador dijo que el periodista Carlos Loret de Mola gana mucho más que él, comparando sus sueldos en una conferencia de prensa en una pantalla grande. Amenazando con denunciar a Loret ante las autoridades fiscales, sugirió que el comunicador obtiene dinero por "golpearlo" con historias críticas.
Al afirmar que Loret gana 1.6 millones de dólares al año -frente a los 100.000 dólares que percibe él-, preguntó: "¿Cree usted que esto se debe a que es un periodista de alto nivel, muy inteligente, un buen escritor? No. Se debe a sus trabajos en mi contra".
El incidente se produjo un día después de que otro reportero fuera asesinado a tiros en México -el quinto en lo que va de año- y provocó la ira de los defensores de la libertad de prensa, que aseveraron que el presidente no solo no protege al gremio periodístico, sino que aviva la violencia contra ellos.
También ha suscitado preguntas sobre la procedencia de la información salarial de Loret de Mola que presentó López Obrador y si ha violado las leyes de privacidad. La publicación de los registros financieros de una persona sin permiso es un delito en México, según los expertos legales.
"No hay pretexto para este abuso de poder", dijo Daniel Moreno, director del sitio web de noticias Animal Político. "Es un ataque inaceptable desde cualquier punto de vista".
Loret respondió en Twitter diciendo que las cifras salariales mostradas en la conferencia de prensa estaban infladas, señalando que, si bien se pretendía que fueran del año pasado, incluían ganancias de Televisa, la cadena de televisión donde alguna vez trabajó como presentador, pero que dejó en 2019.
"Este aspirante a dictador está fuera de sí", expresó Loret, que ahora dirige una plataforma de noticias de investigación y tiene un programa de radio.
En los últimos años ha publicado investigaciones que acusan de corrupción a miembros de la familia de López Obrador y a sus aliados políticos.
Loret escribió recientemente un artículo de opinión para The Washington Post con un titular que utilizaba las iniciales del presidente: "Para AMLO, el periodismo es el enemigo número uno".
Pero fue su reportaje del mes pasado sobre el hijo del presidente, de 41 años, el que parece haber tocado un nervio particular de López Obrador.
La historia alegó que José Ramón López, quien se desempeñó como coordinador de campaña de la candidatura presidencial de su padre en 2018, vive en una mansión en las afueras de Houston, Texas, y conduce un Mercedes blanco que vale casi 70.000 dólares.
Ramón López es dueño de un negocio de chocolate artesanal junto con dos de sus hermanos. El informe también encontró que en 2019 y 2020, él y su esposa vivieron en una residencia de lujo cercana, propiedad de Keith Schilling, quien fue ejecutivo de la compañía petrolera Baker Hughes, que tiene contratos lucrativos con la petrolera estatal mexicana, Pemex.
"El presidente está acorralado", dijo Loret. "No sabe cómo librarse del escándalo de la casa de su hijo".
Cuando asumió el cargo hace tres años, López Obrador convirtió la residencia presidencial de Los Pinos en un complejo cultural público y se rebajó el sueldo en un 60%. Ha cuestionado por qué la gente necesita más de un par de zapatos o una tarjeta de crédito, y culpa a la "decadencia" neoliberal de las administraciones pasadas de erosionar el carácter moral de la nación. Al mismo tiempo, afirma que ha erradicado la corrupción como ningún otro mandatario anterior.
Los ataques de López Obrador a los medios de comunicación se producen en un momento en que los periodistas mexicanos se enfrentan a una ola de violencia sin precedentes.
En los primeros 41 días del año, cinco periodistas han sido asesinados. Entre ellos se encuentran Heber López, director de un sitio de noticias en línea en el estado de Oaxaca, quien fue víctima de homicidio el jueves, y Lourdes Maldonado López, periodista de investigación en Tijuana, asesinada el mes pasado.
Antes de ser ultimada a tiros frente a su casa, Maldonado asistió a una de las conferencias de prensa del presidente para pedir ayuda.
"Temo por mi vida", dijo a López Obrador, explicando que estaba enfrascada en un conflicto laboral con uno de sus aliados políticos, Jaime Bonilla Valdez, propietario de una empresa de medios de comunicación que había empleado a Maldonado.
López Obrador aseguró que asignaría a un guardia para proteger a Maldonado.
Cuando se le preguntó el mes pasado sobre los asesinatos de la Maldonado y otros, el mandatario mexicano dijo que se investigarían los casos. Luego arremetió contra sus oponentes políticos y que esperaba que no utilizaran la violencia contra los periodistas para "atacar a su administración."
La corresponsal especial de The Times, Cecilia Suárez, en Ciudad de México, contribuyó a este informe.
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https://www.latimes.com/world-nation/story/2022-02-11/amid-journalist-killings-mexican-president-tries-to-shame-famous-reporter-who-wrote-about-his-son
Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.