AUSTIN, Texas— Cuando denunció a un decano de la universidad sospechoso por malversación de fondos, el profesor universitario Jeff Blodgett tuvo que soportar un feroz ataque por parte de los aliados del decano. "Si no tuviera este puesto", recuerda, "habrían hecho todo lo posible por deshacerse de mí".
Blodgett, quien ha enseñado en cuatro universidades y ahora es profesor de mercadotecnia en la Universidad de Houston-Victoria (UHV), sobrevivió a ese calvario en el sistema de la Universidad de Illinois hace más de una década. Ahora, en su 31º año en la enseñanza superior, es presidente de la Conferencia de Texas de la Asociación Americana de Profesores Universitarios (AAUP), y trabaja con profesores de todo el país para preservar la institución misma de la permanencia de los puestos de trabajo.
AAUP define la permanencia de los profesores universitarios como un "nombramiento indefinido", que solo puede rescindirse por causa o en circunstancias extraordinarias, como recortes presupuestarios o la interrupción de un programa.
Este grupo nacional de profesores inició el concepto moderno de permanencia en 1940, junto con lo que ahora es la Asociación de Colegios y Universidades Estadounidenses, para preservar la libertad académica, protegiendo la enseñanza y la investigación del profesorado de las presiones políticas, empresariales y religiosas.
Durante los últimos 82 años, ha protegido a los miembros del profesorado durante las turbulencias del campus, incluyendo los esfuerzos por purgar a los presuntos comunistas durante la era McCarthy de los años 50 y por despedir a los miembros del profesorado que apoyaban la desegregación y la igualdad racial durante el Movimiento por los Derechos Civiles en los años 50 y 60.
Pero ahora la permanencia se enfrenta a amenazas para su supervivencia, al menos en algunas partes del país, ya que los políticos republicanos de Texas y otros estados están presionando para restringirla o eliminarla. En muchos casos, la campaña en contra de la permanencia fusiona el desprecio por lo que los detractores republicanos suelen ver como una clase privilegiada de elitistas en los colegios y universidades de Estados Unidos con los continuos esfuerzos por restringir la enseñanza de temas como la raza y la orientación sexual en las aulas.
El mes pasado, el vicegobernador republicano Dan Patrick, segundo líder político de Texas y presidente del Senado, dirigido por los republicanos, alarmó a los círculos académicos nacionales cuando pidió la eliminación de la permanencia en las universidades públicas en el estado de la Estrella Solitaria. Su objetivo, dijo, era detener la enseñanza de la teoría crítica de la raza, un marco académico que el Partido Republicano adoptó como un término para las lecciones en donde se ven la historia y la sociedad de Estados Unidos a través de un lente racial.
En los últimos años, los republicanos electos también han cuestionado la permanencia en Iowa, Carolina del Sur, Wisconsin y otros estados.
El 5 de marzo, AAUP censuró al consejo de administración del sistema universitario de Georgia —cuyos miembros son nombrados por el gobernador— por una nueva política que eliminaba la participación del profesorado en el proceso de despido de los profesores titulares. Un portavoz de la junta dijo que el sistema universitario sigue comprometido con la libertad académica y el debido proceso, pero AAUP dijo que el cambio "eviscera la tenencia".
"Como los ataques son a nivel estatal, se hace difícil luchar, con tantas batallas", dijo Irene Mulvey, la presidenta nacional de AAUP. "Y estos profesores están preparados y dispuestos a luchar, porque ven que la profesión está en juego. La calidad de la educación está en juego, así que no creo que el profesorado vaya a rendirse nunca".
La permanencia puede tardar años en conseguirse, y los profesores suelen tener que demostrar su valía publicando investigaciones rigurosas y demostrando su valor ante la institución. Una vez conseguida, los profesores permanentes están protegidos contra el despido si expresan opiniones controvertidas en sus clases, investigaciones o escritos.
Su estatus de permanencia está sujeto a una revisión periódica —a menudo cada seis o siete años— y aún pueden ser despedidos por infracciones financieras o acoso sexual. Pero los profesores permanentes acusados de mala conducta deben tener derecho a una audiencia con el "debido proceso", en el que participe un comité elegido por el profesorado, según las normas de AAUP.
Patrick, quien aspira a ser reelegido para un tercer mandato de cuatro años, hizo su llamamiento a la abolición de la permanencia en una conferencia de prensa el mes pasado, después de que el Consejo del Profesorado de la Universidad de Texas (UT) en Austin votara 41 a 5 en contra de aprobar una resolución que afirmaba la libertad del profesorado para enseñar temas de raza, género y teoría racial crítica. El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, firmó el año pasado una ley que restringe la forma en la que las escuelas públicas de educación básica le enseñan a los estudiantes acerca de la raza y el racismo.
"No me quedaré de brazos cruzados y dejaré que los profesores marxistas chiflados de UT envenenen las mentes de los jóvenes estudiantes con la teoría crítica de la raza", tuiteó Patrick. "La prohibimos en la educación básica financiada con fondos públicos, y la prohibiremos en la educación superior financiada con fondos públicos".
La iniciativa de Patrick se aplica a la permanencia futura, pero, en una declaración del 18 de febrero, dijo que se ocupará de los profesores ya permanentes, acortando el período de las revisiones exhaustivas de la permanencia de cada seis años y volviéndolos anuales. Patrick también hará que la enseñanza de la teoría crítica de la raza —un concepto académico de hace décadas— sea una razón válida para despedir a un profesor permanente.
Algunos críticos interpretaron las declaraciones de Patrick como un gesto político destinado a avivar su base conservadora en el periodo previo a las primarias republicanas del 1 de marzo, quien ganó al vencer a cinco aspirantes con el 75 por ciento de los votos. Pero el poder de Patrick y su tenacidad a la hora de perseguir causas conservadoras, como la de la teoría crítica de la raza, sugieren que la permanencia podría ser un tema destacado durante la sesión legislativa del próximo año.
Eliminar la permanencia en todas las universidades públicas será "una de mis prioridades", declaró Patrick después de la conferencia de prensa del mes pasado.
La próxima sesión legislativa no comenzará sino hasta enero, pero al menos algunos de los enemigos políticos de Patrick ya se toman en serio la amenaza. "Por supuesto, tiene posibilidades de ser aprobado", dijo Gilberto Hinojosa, quien preside el Partido Demócrata de Texas. Hinojosa describió la iniciativa del líder republicano como una medida "descabellada" que "perjudicará dramáticamente" la educación superior en Texas.
Abbott le dijo a un entrevistador de radio, varios días después del llamado de Patrick a abolir la permanencia, que necesitará ver más detalles antes de comprometerse. "Es algo que se tendrá que estudiar", dijo.
El presidente de Educación Superior del Senado, Brandon Creighton, quien encabezará la iniciativa de Patrick en la cámara alta y quien patrocinó un proyecto de ley en 2021 que habría acortado el tiempo entre las revisiones de la permanencia, dijo que la permanencia universitaria "definitivamente es vista por muchos en todo el estado como un pretexto para avanzar en una agenda muy liberal y algo imprudente".
"Es una discusión muy saludable para revisar algunas de las disposiciones arcaicas relacionadas con la permanencia, para ver si hay una alternativa que sería mejor: mejor para la universidad, mejor para la experiencia de aprendizaje de los estudiantes y mejor para el futuro del estado en adelante", dijo el legislador del área de Houston en una entrevista telefónica.
Los grupos de educación superior afirman que la eliminación de la permanencia ahogaría a muchos profesores de Texas que se encuentran en la vanguardia del mundo académico y de la investigación, y llevaría a muchos de ellos a abandonar el estado. Aunque las facultades universitarias tienden a inclinarse hacia la izquierda en el espectro político, Blodgett, de UHV, dijo que son mucho más diversas políticamente de lo que los críticos describen.
"Intentan pintar a todos los académicos como locos liberales izquierdistas", dijo. "Pero no es así. El profesorado procede de todo el espectro político".
En una encuesta hecha hace varios años por el Instituto de Investigación de Educación Superior de UCLA, el 48 por ciento de los profesores se describían como liberales, el 28 por ciento como con una postura intermedia y el 12 por ciento como conservadores.
Independientemente de sus inclinaciones políticas, los profesores y sus defensores advierten que los estados que eliminan la permanencia corren el riesgo de erosionar la calidad de la enseñanza superior y ahuyentar las oportunidades de negocio.
En Carolina del Sur, estas preocupaciones le ayudaron a los legisladores a posponer la propuesta del representante estatal republicano Bill Taylor de eliminar la permanencia. En su lugar, encargaron un estudio económico independiente respecto a su posible efecto. Taylor dijo que planea volver a presentar la medida al inicio de la próxima sesión en diciembre.
"Básicamente esta sesión está en suspenso", dijo Taylor, añadiendo que aceptó "frenar el proyecto de ley" después de que levantara una "gran cantidad de escándalo entre las universidades y los profesores".
Shawn Smolen-Morton, profesor asociado de inglés especializado en estudios cinematográficos en la Universidad Francis Marion de Florence, Carolina del Sur, ayudó a liderar la oposición al proyecto de ley de Taylor. Dijo que la permanencia es lo que le permite profundizar sin miedo en temas socialmente controvertidos.
"No tengo que preocuparme de que alguien me mire por encima del hombro", dijo Smolen-Morton, presidente de AAUP de Carolina del Sur. "No tengo que preocuparme de que me censuren. No tengo que preocuparme de que me amordacen. Solo tengo que ser profesional y hacer mi investigación y mantener a los estudiantes conversando dentro de los límites del discurso académico".
Mulvey, presidenta nacional de AAUP, dijo que los profesores con permanencia son libres, por ejemplo, de investigar acerca del cambio climático sin preocuparse por la represión de los administradores de la universidad que son ejecutivos de empresas petroleras, o de criticar los crecientes presupuestos deportivos sin temor a las represalias de los grandes patrocinadores de los deportes. Sin esa protección, dijo, los profesores se "autocensurarían" y "podrían pensar dos veces lo que van a estudiar".
Jim Klein, profesor de historia en Del Mar College, una universidad comunitaria de dos años en Corpus Christi, Texas, y presidente de Texas Association of College Teachers (TACT), dijo que los profesores permanentes también tienen la obligación de denunciar las irregularidades del campus o el comportamiento poco ético, una función de vigilancia que serían reacios a desempeñar sin la protección de la permanencia.
"Realmente tenemos una obligación muy fuerte de denunciar eso", dijo, "porque hay mucha gente aquí... que no tiene esa misma protección".
El número de profesores permanentes ya está disminuyendo en medio del constante recorte de los presupuestos académicos. Un número cada vez mayor de puestos de trabajo en la enseñanza universitaria son ocupados por profesores adjuntos o de medio tiempo, ya que los centros con problemas de presupuesto buscan formas de ahorrar dinero.
El Centro Nacional de Estadísticas de la Educación (NCES), citando solo al profesorado de tiempo completo en instituciones con un sistema de permanencia, dice que el 45 por ciento era permanente en 2019-20, una caída del 56 por ciento en 1993-94. El porcentaje de instituciones que permiten la permanencia también se ha reducido durante ese periodo, del 62 al 57 por ciento, según el centro, que forma parte del Instituto de Ciencias de la Educación (IES) del departamento de educación.
"La verdadera amenaza para la permanencia ha sido... que en los últimos 30 o 40 años, un número cada vez mayor de nombramientos se hace fuera de la vía de la permanencia", dijo Henry Reichman, profesor emérito de historia en la Universidad Estatal de California East Bay, quien ha escrito dos libros acerca de la libertad académica.
Mulvey, un profesor de matemáticas que fue elegido presidente de AAUP en 2020, dijo que, después de ver la conferencia de prensa de Patrick, sabía que tenía que movilizar a los cabildos del grupo en todo el país.
"No es el peor ataque que hemos visto en contra de la educación superior, pero este es absolutamente el peor ataque que hemos visto en contra de la permanencia", dijo.
"Los verdaderos perdedores", dijo, "serán los estudiantes de Texas, a los que se les niega una educación significativa y veraz".
