Carlos Sainz se encuentra en un momento de tensión máxima con Ferrari. Porque su contrato acaba en 2024, y por ahora no tiene noticias acerca de una renovación. En cambio, su compañero Charles Leclerc, quien no está realizando precisamente su mejor año, sí que está en conversaciones para seguir ligado a la escudería italiana durante mucho más tiempo. Y no solo eso, sino que también le ofrecen un cheque en blanco, de modo que pasaría a ser uno de los pilotos mejores pagados de la parrilla.
Un gesto que demuestra la relevancia que se da al monegasco, y el ‘desprecio’ al madrileño. Aunque los resultados de ambos no son tan dispares, donde sí hay una evidencia notable es en el trato que reciben por parte de los ingenieros. Y es que se ha convertido en una noticia frecuente ver cómo Sainz JR tiene que dejar pasar a Leclerc, siguiendo órdenes de equipo, pese a tener un ritmo de carrera ligeramente más rápido. Una cosa que no es comprensible.
Sí lo era en el pasado ejercicio, cuando Charles peleaba por el subcampeonato del Mundial, y era el inmediato perseguidor de Max Verstappen. Pero ahora, sin nada en juego más que salvar una temporada que apuntaba a ser catastrófica, no tiene mucho sentido. De hecho, lo lógico sería que quien recibiera un trato preferencial fuera Carlos, que pese no haber subido al podio todavía este año, está por delante de su compañero en la clasificación.
Mientras que Leclerc es séptimo con 80 puntos, y un segundo puesto como mejor resultado, Sainz se encuentra justo por encima, en la sexta plaza, con 87 unidades. Y la diferencia entre ambos podría ser considerablemente más amplia, de no ser por los dudosos planteamientos que ha hecho Ferrari, que otro año más se está convirtiendo en la escudería con una estrategia más cuestionable y que más críticas acumula en el paddock.
De momento, el objetivo es seguir mejorando los resultados obtenidos hasta ahora, que no será muy complicado, e intentar subir a lo más alto del podio, aunque es misión imposible, debido a la superioridad insultante de Verstappen, que está destinado a destrozar todo tipo de récords. Los Red Bull están en otra galaxia, y la misión de la escudería más laureada es la de reducir distancias y ser nuevamente la segunda potencia, por delante de Mercedes y de Aston Martin. Sin descuidar a McLaren y sus mejoras, que han permitido a Lando Norris soñar con ganar algún GP, después de ser segundo en las dos últimas carreras.
Lo que parece evidente es que Sainz deberá de comenzar a buscar un nuevo equipo. Porque si no tiene noticias de Ferrari todavía, significa que no cuentan con él. Y dejaría un asiento libre para ser el compañero de Leclerc, que ha quedado claro que es la apuesta de la marca de Maranello.
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Editado por Joseph Hammond y Newsdesk Manager
